sábado, noviembre 22

Comprendo que las flores que te regalé ya se hayan marchitado.

Comprendo que el gato maullé de hambre y que el pájaro siga en la jaula aunque lleva más de diez días de muerto.

Comprendo que los platos ya no puedan lavarse porque la mugre se les ha pegado tanto que más vale comprar unos nuevos.

Comprendo que las cerámicas del comedor estén bañadas en barro.

Comprendo que las sábanas estén pegoteadas y que las almohadas sepan a sudor y estén húmedas de baba, mocos, y lágrimas.

Comprendo que la puerta este siempre abierta y que el viento haya destrozado todos los vidrios de la casa.

Comprendo que las canillas del baño goteen día y noche, que se haya oxidado la bañadera y que el inodoro parezca tener vida propia.

Comprendo que la basura este esperando en el patio que alguien se digne a sacarla desde no sé cuando.

Lo que ni siquiera adivino aún es por qué lloras.